Era todo tan perfecto, ideal.
El mundo estaba de nuestro lado.
Las estrellas conspiraban a favor nuestro.
Abundaban oportunidades que antes no teníamos.
El mundo estaba de nuestro lado.
Las estrellas conspiraban a favor nuestro.
Abundaban oportunidades que antes no teníamos.
Cuando creímos que todo estaba perdido, la vida nos soprendió y nos puso las cartas sobre la mesa.
Algo alrededor nuestro, esperaba que hagamos las cosas bien.
Pero no.
Algo alrededor nuestro, esperaba que hagamos las cosas bien.
Pero no.
Teníamos todo a favor.
Todo.
Y lo hechamos a perder.
Desaprovechamos cada mínimo instante.
Y los grandes también.
Todo, todo.
Quisimos armar nuestras propias reglas de juego.
Pero no supimos jugar.
Pero no supimos jugar.