domingo, 10 de marzo de 2013

Cuando dejas de pelearla te morís, te caes, te vas. Lo que te mantiene vivo no es ganar sino pelear. La pelea perdida es la que no se peleó. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente. No está muerto quien pelea. Tal vez te cruzaron un cross de derecha, te hicieron besar la lona, sangrar, llorar, pero hay que seguir peleándola hasta el final. La única forma de aprender a pelear es peleando, es no rendirse jamás. Rendirse es mirar la pelea desde afuera, ver como otro pelea esa pelea que es nuestra. Pelearla hasta el final, hasta el último round. El ring nunca se abandona, nunca se tira la toalla, y se pelea con garra hasta el último round.